Gonzalo Mieres, el emigrante del cielo

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Se ha ido, pero no está lejos.

Ha regresado a su hogar celestial y sin embargo, seguirá por siempre viviendo dentro de nuestro corazón: Gonzalo Mieres, el emigrante del cielo.

Y por qué le llamo así? Porque los que estuvimos a su lado, hemos tocado el cielo con las manos, caminado sobre nubes y cantado, bailado y disfrutado como niños, de cada evento cultural y solidario por él convocado.

Gonzalo nos hacía sentir vivos, plenos y alegres! Él nos motivaba a hacer todo aquello que estuviera relacionado con nuestra vocación. En mi caso: escribir y hacer radio.

Desde el primer momento en que le conocí, supe que él iba a estar muy presente en mi vida; y que iba a cumplir algún tipo de misión conmigo. Quizás Gonzalo lo ignoraba, pero como él era un hombre que siempre seguía su corazón, nada iba a impedirle revelarse, como un ángel milagroso que hace todos los sueños realidad.

Gonzalo Mieres y Sinda Miranda en el Centro Argentino de Asturias

Así fue como un día me llegó un email suyo donde me invitaba a actuar en televisión, porque le gustaba mi poesía y mi forma de recitar. Y recuerdo ese día, como uno de los más felices de mi vida.

Gonzalo con su empatía, humildad y don de gentes; me dio consejos sobre el arte de declamar y la actuación. Todo lo que venía de él, lo recibía con respeto y agradecimiento, porque era mi Maestro, quien me indicaba hacia dónde debía mirar… El conocía mi don y posiblemente mi destino. Y de la misma manera en que se comportaba así conmigo, lo hacía con todos los demás.

Mi intención es rendirle un breve homenaje con éstas palabras y las imágenes que les acabo de compartir: un resumen de mis momentos a su lado.

Sirva mi testimonio para que nadie se olvide de quién fue Gonzalo Mieres y cómo ha contribuido a la felicidad de miles de almas creadoras.

Gracias Gonzalo Mieres por todo lo que hiciste por «Mimos para el Alma». Gracias por apoyar y promover este proyecto cultural, desde el cuál muchos escritores de diferentes nacionalidades, cumplieron con el sueño de difundir sus obras. Más de una vez tuve ocasión de abrazarte fuerte y agradecerte por tu amistad, que ahora será eterna. Buen viaje amigo, nadie te olvidará. Siempre estarás en el recuerdo de todos los que te conocimos.

Sinda Miranda